Sillas de oficina que cumplen la ley

sillas oficina cumplen ley

Con el fin de proteger la salud de las personas que trabajan en oficinas sentadas durante muchas horas al día, se han establecido requisitos previos para que las sillas de oficina sean conformes a la ley y se fabriquen de acuerdo con determinados principios ergonómicos y funcionales recogidos en las siguientes normas:
- UNI EN 1335.1, relativa a la determinación de las dimensiones;
- UNI EN 1335-2, relativa a los requisitos de seguridad;
- UNI EN 1335-3, relativa a los métodos de ensayo en materia de seguridad.

En función de determinadas características de rendimiento, las sillas de oficina se clasifican en tres clases diferentes, que son:
- clase A, que es la más restrictiva y respeta especialmente las dimensiones antropométricas de entre el 5% y el 95% de toda la población;
- clase B, que respeta los requisitos mínimos del Decreto Legislativo 626
- clase C, que permite una mayor libertad de elección, respetando siempre los requisitos mínimos.

CARACTERÍSTICAS DE LAS SILLAS DE OFICINA


La definición de tres clases de sillas de oficina se centra sobre todo en las dimensiones, que deben respetarse muy escrupulosamente ya que este factor es fundamental para el bienestar de la persona obligada a permanecer sentada durante muchas horas.
La postura puede sufrir fácilmente alteraciones si el soporte donde se aloja no se ajusta a las características anatómicas de la espalda; de hecho, al permanecer sentado durante largos periodos de tiempo la musculatura toracolumbar (que sostiene el aparato osteoarticular) tiende a relajarse, volviéndose más vulnerable a asumir posturas incorrectas.
Las dimensiones de una silla de oficina conforme a la ley deben garantizar un espacio adecuado para acomodar el cuerpo del individuo sin constricciones, pero ofreciendo la posibilidad de movimiento. Estas sillas están equipadas con un respaldo, que cumple la función de sostener la espalda; de hecho, todas las sillas sin respaldo permiten que la espalda se incline hacia delante, lo que contribuye a adoptar posturas anormales y es una causa probable de malestar.
Muchos trastornos de la espalda, como el lumbago, la artrosis o la escoliosis, pueden ser consecuencia de la repetición de posturas incorrectas que, con el tiempo, tienden a agravarse. La presencia de reposabrazos, por otra parte, es opcional, ya que la posición de las extremidades superiores suele estar condicionada por el tipo de actividad que realiza el sujeto, que no siempre necesita apoyar los brazos en soportes. Otro requisito necesario es la rotación horizontal del asiento, que debe ser regulable en altura.
La altura del asiento en relación con la superficie de trabajo es otro requisito fundamental para el bienestar anatómico del individuo; de hecho, durante las horas de trabajo es indispensable que la superficie donde se realiza el trabajo llegue hasta el pecho, para permitir el correcto apoyo de los brazos y la correcta posición de la espalda. La posibilidad de girar el asiento minimiza los movimientos de rotación del tronco, disminuyendo el riesgo de alteraciones funcionales del aparato muscular; de esta forma el torso permanece erguido y apoyado en el respaldo, aunque se produzca la necesidad de girar en sentido horizontal.

REQUISITOS DE LAS SILLAS DE OFICINA


Los requisitos para que una silla de oficina cumpla la normativa se basan en determinados parámetros relacionados con la persona
- uso de la silla durante al menos ocho horas al día
- peso de la persona no superior a 110 kilogramos;
- altura no superior a 190 centímetros.
Para homologar un producto, éste debe haber superado determinadas pruebas de seguridad relativas a la carga, la masa y las dimensiones.

También son indispensables requisitos que puedan fijarse a la silla:
- estabilidad
- durabilidad
- resistencia;
- tipo de materiales constitutivos, que deben poseer determinados atributos (hipoalergenicidad, prestaciones higiénicas, etc.).

Estas pruebas se realizan en todos los componentes de la silla y consisten en la aplicación de fuerzas que simulan las del uso normal para evaluar las propiedades funcionales individuales. Una vez superadas las distintas pruebas, generalmente se elabora un informe de ensayo que certifica la idoneidad del producto en relación con la norma de referencia.
Los factores estéticos no se analizan y son responsabilidad exclusiva de los fabricantes.
Uno de los requisitos más importantes de una silla de oficina es la ergonomía: se trata de una característica que tiene en cuenta las peculiaridades anatómicas de una persona en relación con la función que desempeña, es decir, representa el método de interacción entre la persona y la tecnología.
Una silla de oficina ergonómica favorece una postura correcta mediante ciertos requisitos:
- su respaldo no es recto, sino que tiene forma de «S» para amoldarse a la forma de la columna vertebral;
- hay un refuerzo en la región lumbar para apoyar esta parte anatómica tan vulnerable;
- los materiales constitutivos deben garantizar confort, como suavidad, libre paso del aire, etc;
- son regulables para adaptarse a las necesidades individuales;
se puede elegir tanto la altura desde el suelo como la altura de los reposabrazos, y también se puede ajustar la posición del respaldo y su altura;
- en algunos casos están equipados con un respaldo reclinable, que permite una posición semirreclinada especialmente útil para relajar los músculos del cuello;
- cuando existen, es posible elevar la estructura del reposapiés para elevar las piernas, con evidentes beneficios para su circulación venosa y la tensión muscular.

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