Tamaño de una mesa de sala de reuniones

La sala de reuniones es uno de los entornos más representativos de una empresa. No solo responde a necesidades estrictamente funcionales, es decir, la reunión de personas por motivos de trabajo, sino que también exalta la filosofía de la empresa mediante un lenguaje implícito que habla a través de la elección del mobiliario. La mesa es el elemento que mejor comunica el enfoque de una empresa. Un buen decorador de interiores será muy consciente de ello e interactuará con la alta dirección para asegurarse de captar la esencia de la empresa y representarla de la mejor manera posible en el mobiliario. A continuación, examinaremos las características fundamentales para una mesa que desempeñará un papel importante en una sala de reuniones: desde las dimensiones en relación con el espacio disponible hasta las sillas más adecuadas para fomentar el diálogo y la sana discusión entre los participantes en la reunión.

PROXÉMICA: POR QUÉ LOS LLAMADOS ESPACIOS VACÍOS TAMBIÉN SON NECESARIOS

De todas las estancias que componen los locales de una empresa, la sala de reuniones es probablemente la que requiere más atención durante la fase de diseño. De hecho, no es infrecuente recurrir a un interiorista experto para componer el aspecto general y elegir el mobiliario más adecuado. Como primer paso, amueblar una sala de reuniones que se perciba como eficiente y acogedora no puede prescindir en absoluto de la correcta organización del espacio. En este sentido, los estudios sobre percepción y psicología pueden ayudar a entender cómo conseguir un efecto final en la sala de reuniones que ponga a todos a gusto. Uno de los aspectos más importantes es la gestión del espacio.
Una sala de reuniones no debe estar en ningún momento demasiado abarrotada, pero al mismo tiempo no puede estar demasiado dispersa. La percepción correcta de una sala de reuniones se consigue eligiendo la mesa perfecta. Para encontrar el modelo adecuado, hay que analizar el uso previsto para conocer la capacidad media de personas. Una vez dado este paso, será esencial preparar una mesa que permita a cada participante en la reunión disfrutar de su espacio.

MOBILIARIO PARA SALAS DE REUNIONES: COMPLEMENTOS QUE COMPLEMENTAN LA MESA

Como se ha visto en el párrafo anterior, la sala de reuniones es un espacio destinado a la reunión de varias personas que a menudo se encuentran interactuando en situaciones de potencial conflicto. Entonces, es fundamental configurar un lugar que invite a un debate sereno, del que puedan eliminarse potenciales factores de estrés ligados al propio entorno, además de garantizar un espacio de convivencia óptimo para cada uno de los participantes.
Complemento de este aspecto crucial es, sin duda, la elección de las sillas. Desde un punto de vista estilístico, pueden reflejar la filosofía corporativa: sillas operativas clásicas para empresas tradicionales, sillas de diseño para realidades más jóvenes e informales. Independientemente de las opciones estilísticas, es importante que las sillas o sillones tengan un tamaño adecuado para la mesa y que sean ergonómicos para garantizar un asiento cómodo.

DEL TAMAÑO A LA FORMA IDEAL: CÓMO ELEGIR LA MESA PARA TU SALA DE REUNIONES

Después de haber visto las reglas básicas para identificar la mesa que mejor se adapta al espacio de que disponemos, pasamos a considerar otro aspecto muy importante, a saber, la forma ideal. También en este caso, el aspecto psicológico tiene una gran influencia en la decisión final. En efecto, la forma de la mesa de reuniones puede desempeñar un papel clave en la definición del propio carácter de la empresa.
En el caso de organizaciones con jerarquías especialmente autoritarias, que se adhieren a rituales formales, una mesa de forma rectangular cuyas posiciones enfaticen el liderazgo sigue siendo la opción más popular. Obviamente, la mesa rectangular debe ser lo suficientemente grande para permitir las reuniones de la junta directiva, pero no demasiado para no ocupar demasiado espacio. En este tipo de salas es fundamental que la atención se centre exclusivamente en las personas sentadas a la mesa.
De ahí que el mobiliario en deba reflejar esta necesidad, incorporando algunos elementos de valor para enfatizar aún más el prestigio de la propia empresa. Casi lo contrario ocurre con las empresas más jóvenes y dinámicas. De hecho, la mesa rectangular, precisamente porque es sinónimo de jerarquía, se ha ido abandonando cada vez más en favor de formas que reflejan un enfoque más moderno. Por eso, las empresas que no sólo quieren sugerir un enfoque más democrático del flujo de trabajo, sino también permitir que todos los participantes en la reunión se miren a los ojos, tienden a inclinarse por mesas de dimensiones más reducidas y forma redonda o, alternativamente, cuadrada.
No se trata sólo de una cuestión de moda, que puede cambiar rápidamente. Cuando las empresas o agencias se encuentran amueblando una sala de reuniones, la elección del tamaño de la mesa no es casual. Optar por mesas cuadradas o redondas también sugiere inconscientemente la ausencia de personas más importantes que otras y, al sentarse juntos a la mesa, facilita las interacciones sin más barreras.